Cinco indicios de que le gustas a alguien

 

La química entre dos personas no es una ciencia exacta. A veces puede ser que sí, que lo que estés viendo sea algo real. Otras, sin embargo, le damos más importancia o significado a ciertos gestos que la otra persona, la persona que nos gusta, hace de manera inconsciente, y resulta que nuestras ilusiones se desvanecen como lágrimas en la lluvia. Como digo, no es algo que podamos dilucidar de un modo concreto, paso por paso. Pero sí hay ciertos detalles que nos pueden guiar a la hora de saber si a la otra persona le hacemos tilín.

Índicios de que le gustas
  • Su actividad en redes sociales aumenta: Las redes sociales son un escaparate que, en mayor o menor medida, reflejan lo que somos. Ahí compartimos cosas que nos gustan, o nos disgustan, pero sí parece que hay un patrón cuando alguien nos empieza a atraer, y es que intentamos llamar su atención incrementando el número de publicaciones. Si su Twitter se asemejaba al desierto de Almería y, de repente, no dejas de verla por tu muro de publicaciones, eso puede ser un indicador a tener en cuenta.
  • Bromas privadas: Una vez estabais juntas y os hizo mucha gracia una cosa. Un chiste. Una broma. Y como sabe que eso te hizo gracia, intenta colarla en las conversaciones. Porque sí, porque te hace gracia, porque ella lo sabe, y tú también, y está intentando agradarte. O, si no, ¿por qué te envía esa foto tan fuera de contexto? ¿O hace bromas de algo que pasó hace días?

  • Recuerda cada cosa de la que habéis hablado: Los seres humanos no somos máquinas, y es frecuente que vayamos dejando cosas en el desván de la memoria. Pero ella, no. Ella se acuerda de cada una de las cosas de las que habéis hablado, aunque a ti te parecieran totalmente intrascendentes. Una vez le mencionaste que te gustaban Vanesa Martín, y ahí está ella preguntándote meses después que si has escuchado el disco nuevo.
  • Lenguaje corporal: A lo mejor crees que es cosa tuya, pero has visto cómo se comporta con el resto de personas, y contigo es distinto. Se acerca más, te sonríe más, está, en definitiva, más pendiente de tus gestos y acciones. Si en la cena de empresa no se despegó de ti, no es porque el de recursos humanos sea un pesado, es que le apetecía estar contigo.
  • Te hace preguntas: Cuando menos te lo esperas, ahí está ella en tu trabajo haciéndote una pregunta. O te escribe expresamente preguntándote algo que tú encuentras más que obvio. ¿Cómo no lo va a saber, si es médico/enfermera/profesora como tú? O, de repente, tu móvil se ilumina, y es ella, que no se acuerda del restaurante del que hablasteis el otro día. Cualquier excusa es buena para entablar una conversación, aunque sea mínima.

¿Y ahora qué? ¿Vas a animarte a dar el paso?

Paula Alcaide
info@palcaide.com

Soy Paula Alcaide, psicóloga especializada en atender a mujeres lesbianas y bisexuales que buscan convertir en una fortaleza su orientación sexual y disfrutar libremente de sus relaciones con otras mujeres sin miedos, ansiedad, vergüenza o culpa.

1 Comment
  • Rocio
    Posted at 14:50h, 07 enero Responder

    Dios lo leo era yo durante toda mi adolescencia creyendo que era hetero pero haciendo eso con mi exmejor amiga y ella por más que es lesbiana no tomaría en cuenta nada solo que por mis problemas para socializar era súper apegada por no lograr tenerle confianza a nadie más en ese entorno que era el colegio y para yo darme cuenta a los 19 años llevando casi 3 o 4 años actuando así

     

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