Fase Menstrual y Estado de Ánimo

¿Cómo afecta la regla al estado de ánimo?

 

Cuando estudiaba psicología hice una formación de un día sobre el ciclo femenino menstrual y para mí fue realmente sorprendente descubrir que las mujeres somos cíclicas y pasamos por 4 fases cada mes (periodos entre 21 y 35 días).

Inicialmente pensaba que la menstruación irrumpía en nuestras vidas provocándonos cambios de humor, tristeza, depresión y una serie de inconvenientes para desenvolvernos en nuestra vida cotidiana.

El otro día, a raíz de una gran tristeza que achaqué al famoso «síndrome pre-menstrual» me puse a revisar cómo funcionaba nuestro cuerpo días antes de tener la regla y descubrí lo siguiente:

El síndrome pre-menstrual no es un síndrome, sino una fase

El síndrome pre-menstrual, esos días antes de que menstrúes, en los que algunas mujeres se sienten enfadadas con el mundo, otras son un huracán de cambios de humor, otras sienten tristeza y depresión, es solo una de las 4 fases por las que pasamos como mujeres cíclicas.

En esta fase tener un nivel alto de estrés vuelve locas nuestras hormonas. El cuerpo pide tranquilidad, estar más hacia dentro, a causa de la «progesterona» que es la hormona que disminuye la activación del sistema nervioso y que genera relajación, incluso con efecto depresógeno (de ahí el bajón emocional que nos da).

Te sientes cansada, irascible, apática y tu cuerpo pide sofa, manta y Netflix, alejarte del mundo y centrarte en ti misma. ¿Es esto un síndrome? Tal y como apunta Erika Irusta (elcaminorubi.com) es una fase más, y en esta fase tenemos que mimarnos, cuidarnos, en base a los deseos y necesidades de ese momento y aunque el mundo nos lo ponga muy difícil.

El sistema productivo no contempla que quizás haya días en los que somos más productivas (después de la regla, fase de pre-ovulación y ovulación) y haya días que somos más introvertidas y más creativas (fase pre-menstrual y menstrual) y nos exigen ocultar, obviar y disimular nuestros cuerpos dolientes y sangrantes.

La sociedad no ha integrado que la mitad de la humanidad (la mayoría de mujeres y algún hombre) se someten a procesos cíclicos que afectan directamente a su estado de ánimo, a su rendimiento y a su forma de estar en cada fase en el mundo y consigo mismas.

Son dolores del sistema, no dolores de mujer

Estar 8 horas sentadas en una silla simplemente agudiza que los ligamentos que sujetan nuestro útero se tensen y duelan. Las posiciones para que no duela la menstruación  que recomiendan son con las piernas elevadas o acostarse de lado con las rodillas dobladas…ya ves, algo que en el trabajo sería difícil hacer.

Y por ello, en vez de buscar soluciones a este problema global, hemos normalizado medicarnos de forma sistemática. No sabemos identificar cómo nuestras molestias , e incluso dolor, está indicando que hay algo que deberíamos modificar de nuestra posición corporal, de nuestro estrés y de nuestra forma de estar en ese momento.

El cuerpo llega a chillar y lo acallamos, lo silenciamos igual que el sistema nos silencia a nosotras.

Escucharse más, mimarse y entenderse mejor durante el ciclo menstrual

En mi caso – en que los estrógenos y la progesterona se pelean de lo lindo en mi cuerpo y paso de varias semanas hiper-productiva a varias semanas de tristeza e introspección-  llevo desde hace años un seguimiento de mis ciclos en un diario a través de apps como Clue que permiten llevar un control de los días, los estados de ánimo, los síntomas, etc. Personalmente a mi me sirve para saber en qué momento estoy y entenderme mejor a mi misma.

Por otro lado, en la medida que las obligaciones y el trabajo lo permiten, si puedo organizarme la agenda, programo en las fases en las que estoy más enérgica las tareas pendientes porque sé que voy a estar más concentrada y focalizada, así como eventos más sociales. Dejo para mis fase pre-menstrual más espacios para estar conmigo misma y desarrollar un trabajo más creativo, para escribir o para pensar en futuros proyectos.

Pero esto me sirve a mi, en función de mi cuerpo y de mis necesidades. Así que lo que recomiendo sería que te reconcilies con tus 4 fases, que explores cómo eres en cada una o si alguna te resulta más ajena, y que te permitas reorganizarte, darte permiso y mimarte…

El ciclo menstrual en relaciones lésbicas

Así mismo, también sería útil entender esto en un contexto de pareja, si tu novia o mujer está en una fase u otra quizás no notes tantos cambios en ti misma pero se te hagan evidentes en ella.

Si sabéis en qué fase estáis también es más fácil entender las necesidades de cada una. Ej: entender que no quiera acompañarte a un evento social días antes de que tenga la regla, que esté especialmente sensual los días de la ovulación, o que el primer día de regla solo quiera mimos y Netflix, etc. Cada caso es único y entender si hay cambios y de qué tipo en tu estado de ánimo según tu fase menstrual es algo que puede seros muy útil.

Ya que la sociedad silencia nuestros cuerpos, aprendamos nosotras a escucharlos.

Paula Alcaide
info@palcaide.com

Soy Paula Alcaide, psicóloga especializada en atender a mujeres lesbianas y bisexuales que buscan convertir en una fortaleza su orientación sexual y disfrutar libremente de sus relaciones con otras mujeres sin miedos, ansiedad, vergüenza o culpa.

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