17 Sep Desenmascarando la propia homofobia
Aceptar la propia homofobia no es fácil. Tendemos a enmascararla con excusas que nos ponemos a nosotras mismas, o incluso a creer que por el hecho de ser mujeres lesbianas o bisexuales no podemos ser homófobas. Pero desafortunadamente, esto no es así. Interiormente podemos haber aceptado nuestra orientación sexual, pero al mismo tiempo es posible que sigas excusando y enmascarando tu propia homofobia sin ser consciente de ello.
Y me dirás:
¿Homófoba yo? Imposible, Paula, soy lesbiana. ¡Lo tengo claro!
Y sí, puedes tenerlo claro, saber que te gustan las mujeres y que por mucho que te esfuerces o así lo desee tu entorno, tu futuro no está junto a un hombre, sino construyendo una relación afectiva con otra mujer. No obstante, es muy habitual que mujeres lesbianas se enfrenten diariamente a lo que los psicólogos llamamos lesbofobia interiorizada: ese rechazo interior al concepto de ser “lesbiana”, como si fuera algo negativo o asociado a estereotipos dañinos.
La homofobia interiorizada, o lesbofobia interiorizada si hablamos específicamente de mujeres lesbianas, se manifiesta en sentimientos de vergüenza y culpa, que se intensifican ante situaciones en las que la mujer tiene que manifestar directa o indirectamente su lesbianismo. Cuando nos hacen la sempiterna pregunta: “¿Tienes novio?” y no somos capaces de corregir a nuestro interlocutor. Cuando presentamos a nuestra novia/mujer en familia y nos referimos a ella como una “amiga”. Cuando permitimos que nuestras bodas sean acontecimientos discretos y las de nuestrxs hermanxs se organicen como fiestas multitudinarias por todo lo alto… Todas estas reacciones son reflejo de una homofobia interiorizada que hemos ido integrando en nuestro imaginario desde la infancia, canalizando mensajes sociales o familiares.
Ocultamos, así, lo que somos realmente. Lo enmascaramos, maquillamos, excusamos e invisibilizamos sin darnos cuenta de que se trata de un comportamiento que a la larga acabará siendo dañino para nosotras mismas y es posible que para nuestra pareja (disparidad homofóbica).
¿Cómo saber si tienes lesbofobia interiorizada?
No es fácil desenmascarar la propia homofobia o lesbofobia y tampoco estás sola en el proceso. A lo largo de muchas consultas y talleres, he podido constatar que es muy habitual atravesar por etapas de negación en las que nos ponemos excusas a nosotras mismas, asegurándonos que es normal o simplemente es lo que toca. El término “lesbiana” sigue arrastrando una fuerte carga negativa que nos condiciona hasta el punto de que lo sustituimos por otros que de cara a la sociedad suenan mejor.
A veces implica un proceso largo el mirarse al espejo y decir en voz alta “soy lesbiana” y es todavía más costoso deshacerse de muchas emociones y comportamientos que nos están impidiendo vivir en libertad, sin culpa y libres de estigmas.
Si dudas de tu propia homofobia/lesbofobia interiorizada, mi consejo siempre es el mismo: pregúntate a ti misma qué haría una mujer heterosexual en una situación parecida. Por ejemplo, si habéis decidido iros a vivir juntas y necesitáis alquilar un piso. ¿Vas a ver el piso con tu novia o lo haces sola? ¿Le dices al casero la verdad o te inventas la excusa de que es para ti y para tu noviO?
La homofobia interiorizada puede provocar que bloqueemos que nos comportemos como deseamos. Nos causa ansiedad y sufrimiento, haciéndonos vivir en un estado casi permanente de alerta. En el ejemplo anterior, una mujer heterosexual no tendría ningún reparo en ir a ver el piso agarrada del brazo de su novio, discutir las condiciones con el casero e incluso hacerle partícipe de su noviazgo. Si tus propios miedos, culpas o vergüenzas están bloqueando tus emociones, se puede trabajar en ello. El primer paso a seguir es aceptar nuestra propia homofobia, desenmascararla y comprender de qué manera está condicionando tu vida y buscar soluciones para replantearnos este tipo de comportamientos. A partir de ahí, se pueden explorar qué tipo de mensajes has interiorizado a lo largo de los años y de qué manera podemos romperlos para convertir tu orientación sexual en una fortaleza.
Si quieres profundizar más en la homofobia interiorizada y descubrir las diferentes etapas a seguir para librarte por completo de estos comportamientos auto-destructivos, te recomiendo que leas este otro artículo. ¿Y tú? ¿Tienes homofobia interiorizada o ya la has superado? ¿Qué pasos tuviste que seguir para disfrutar libremente de tus relaciones con otras mujeres?
Vanessa Sosa
Posted at 18:32h, 20 septiembreHermoso texto, felicidades!!, me he sentido identificada porque me ha pasado algo similar al iniciar mi primera relación con una chica y aunque ella me “entendiera” se que la dañé un poco por no saber demostrar frente a ciertas personas mi cariño hacia ella, ya sea tomándole la mano o dándole un beso en los labios o en la megilla, y ello solo por estar atenta a que los demás no se sintieran incomodos con nosotras. Paula eres la mejor! Me encanta todo lo que escribes. Desafortunadamente por el motivo que mencioné antes y muchos otros, ahora me encuentro tratando de recuperar la relación que tenía con mi chica, realmente espero poder lograrlo. Tus Artículos me ayudan mucho a poder entenderme y entenderla. Muchos éxitos!!.
Diana
Posted at 16:12h, 21 septiembreEs muy curioso darse cuenta que incluso cuando crees que no tienes «problema» con que te gusten las chicas, resulta que lees esto y te das cuenta de que sí, que puede que sea una aceptación propia «a medias», siendo fiel a lo que uno es y también a ciertos estigmas sociales, a mí me ha surgido la duda ¿sí te aceptas cómo eres o piensas mucho en los demás?
me gustaría leer acerca de cómo afrontar esta situación, me imagino que algunas intentarán cambiar radicalmente pero todo lleva un proceso, me imagino y me gustaría que nos orientaras con ello.
Muchas gracias.
Saludos desde Colombia