08 Ene La Montaña Rusa del Ligoteo Lésbico
Quizás no sea algo solo lésbico, sino que las personas cuando intentamos ligar y encontrar una pareja somos un nudo de emociones positivas y negativas entremezcladas. Aunque yo hablo desde mi experiencia como psicóloga que ha trabajado siempre con mujeres lesbianas y bisexuales y que, muchas de ellas, se han sentido perdidas en el mundo del ligoteo lésbico y ven difícil ligar con otras mujeres lesbianas.
¡Para de auto-machacarte!
Lo primero que muchas me comentan es la sensación de auto-crítica que sienten porque, aunque intentan encontrar a alguna mujer afín, a veces sufren rechazos que duelen. Hay un exceso de auto-machaque y de atribución negativa cuando una cita o un encuentro no sale bien o se cancela. También hay una sensación de estar perdida, de ser una luz pequeña en un mar de faros intentando identificar a alguna mujer con la que compartir(se) y ser ella misma.
Nadie dijo que el mundo de las parejas fuera fácil, pero en las etapas de soltería si se intenta encontrar a alguien la frustración va cada vez a más. Llega un punto que los encuentros con otras mujeres o las breves historias fallidas van mermando la autoestima y se tiende a cuestionar ¿seré poco atractiva? ¿hay algo malo en mí? ¿por qué no encuentro pareja y otras sí?. En ese proceso lo más importante es aprender de una misma; vivir, a través de historias que salen bien o salen mal (aunque cabría cuestionar si existe eso de que «salga mal» o solo es una experiencia más que nos devuelve un aprendizaje) un descubrimiento de quién eres, qué quieres y lo que necesitas en este momento – que quizás no es lo que necesitabas antes o lo que necesitarás en un futuro-.
No eres la única que se siente así
Aunque haya una sensación de miedo atroz, de inseguridad, de soledad… no te centres en ti misma olvidándote que todas venimos del mismo lado y que hay más en común de lo que creemos. No creas que estas sensaciones negativas solo las tienes tú, todas están igual: intentando ser ellas mismas pero protegiéndose por si las dañan; mostrando una versión de lo que son y querrían ser ocultando las inseguridades que les hacen vulnerables; intentando ser asertivas y decir lo que quieren sin parecer arrogantes o agresivas; luchando contra sus propios prejuicios de lo que «deberían ser» y no son; haciendo un juego de máscaras en cada cita para intentar descifrar si se pueden ir de la mano con la mujer de delante…
Tenemos que cuidarnos más entre nosotras
Y me viene a la cabeza la palabra: «sororidad«. Esa comunión, hermandad, entre mujeres. Creo que no nos cuidamos suficientemente entre nosotras. Así como en familias y amistades somos demasiado «cuidadoras» y a veces hay demasiado entrega que nos hace perdernos un poco a nosotros mismas, veo que a la hora de ligar falta esa generosidad y cuidado por la otra. Es normal, si tus inseguridades o el intentar «leerle la mente» a la otra mujer para ver si sois compatibles (ej: «por favor que le guste hacer las mismas cosas que a mí») están ocupando toda tu mente, es lógico que no haya espacio para sonreír más, para ver sin las gafas examinadoras, para no ponerse a la defensiva… Hay un exceso de tensión y las citas parecen el examen del carnet de conducir (¡A ver si acierto la pregunta! ¡A ver si ella la acierta!).
Y os invito a que pensemos en voz alta y busquemos un plan para cuidar mejor la autoestima entre nosotras:
¿Por qué no empezamos diciendo lo que nos crea inseguridad y a partir de ahí, liberamos las citas de ese miedo al rechazo?
¿Por qué es tan importante gustarle a alguien que solo te conoce de unos minutos?
¿Por qué no destacamos las cualidades de la otra antes de pensar en lo negativo?
¿Por qué no flexibilizamos la categoría «apta para relación conmigo / no apta» por un rango de posibilidades que se irán conjugando a medida que vayamos conociendo a la persona: compañera de fiesta, amistad, cómplice de ligues, compañera para filosofar de la vida, compañía para actividades, atracción física, posible pareja,…?
¿Por qué no valoramos que, aunque no gustemos a alguien como pareja, ya es un regalo que nos destine lo más preciado de esta vida: el tiempo?
Necesito vuestra ayuda, almas nómadas. Necesitamos un plan para cuidarnos mejor, un plan de sororidad, para que el rally del ligoteo, el ligar con lesbianas, no se convierta en un machaque emocional y de autoestima.
Se abren las sugerencias en la sección de comentarios.
Un abrazo hermana,
Anna Teruel
Posted at 22:54h, 09 eneroHola Paula,
Lo que yo veo, es que hay valorarse más a una misma (pero de verdad) porque mucha gente dice valorarse y quererse, però realmente no lo hacen. Es decir hay que trabajar la autoestima.
Por otro lado el compromiso se ha perdido, y con el todo lo que conlleva. Tendríamos que trabajar mucho el ser sinceras primero con nosotras mismas y luego con las demás, para no hacer daño, no perder el tiempo.
Cuidar nuestra salut y mental
La relajación y meditación van muy bien para que puedas empezar a interiorizar y así poco a poco ir avanzando y cambiando.
Laura
Posted at 23:25h, 10 eneroCierto, la clave está en aceptarse uno mismo independientemente de los imputs que recibas del exterior. No valorarse a través de los ojos de los demás…Cuidar de uno mismo y quererse un montón. Sólo así uno es realmente libre y puede tener relaciones sanas.
Veronica
Posted at 21:40h, 31 eneroLiberarse de las pretensiones sociales, si ya nos salimos de la norma eligiendo estar con una persona del mismo sexo porque no hacerlo tambien dejando de seguir patrones que generalmente son estéticos, porque mejor hacemos lo que no muchos hacen que es apreciar la inteligencia, valores y cualquier cualidad que pueda tener esa persona?.
Cuando nos sentimos cómodas en una cita podemos sonreír, hablar de nosotras sin necesidad de tantas preguntas.
Seria ideal dejar de ser mas de lo mismo y tratar a otras como nos gustaría ser tratadas y que esto sea una cadena porque a mi parecer nuestro comportamiento esta basando en experiencias previas buenas o malas.
EternalSingle
Posted at 23:20h, 17 agostoHola, Paula.
Con los años me he dado cuenta de que da igual que seas honesta, mientas o te calles: les va a sentar mal todo.
En mi caso, mi soltería es voluntaria, ya que la disfruto y me da mucha pereza ligar, y no es por problemas de autoestima: es que no apetece complicarme la existencia, me da pereza el proceso, me da pereza el cortejo que implica un gasto de energía que prefiero invertir en otras cosas, exacto, en mí misma. Claro que hay chicas interesantes, pero hay patrones que ellas reproducen en su mayoría y yo no estoy dispuesta a aceptar sus manos rollos…
Aparte, soy detractora al máximo de las aplicaciones para conocer gente (porque hay de todo) y mi último reducto es la calle, y cuando vives en una ciudad tipo pueblo, las posibilidades se reducen drásticamente (todas nos conocemos, no hay locales de ambiente, etc). Tampoco ayuda si, en estos ámbitos, eres no heteronormativa (por presiones sociales). Yo no me considero fea, soy bastante interesante, pero me es imposible conectar con chicas cuando no se dan ni la oportunidad de ampliar rango (sólo quieren pescar un tipo de mujer en concreto, la cuestión de gustos, ya sabes) y tienen tanto prejuicios (sólo contemplan un plan: nada de amistad, un rollo de una noche, etc).
No negaré que de vez en cuando me gustaría tener algo de compañía, pero cuando encuentras a alguien, os gustáis mutuamente y tú sólo quieres ratos buenos, lo dices directamente y sin rodeos… te tachan de inmadura, de «mujeriega» y demás tonterías (y luego algunas de ellas son las infieles, las que tienen relaciones abiertas y no lo comunican, están con chicos, etc: lo que hay en sitios de población escasa).
Soy humana y tengo necesidades, a veces me gustaría sentirme deseada y tener deseo hacia otras, pero de nada sirve cuando el «mercado» está fatal y acabas aborreciendo hasta el quedar con tus amigas lesbianas porque el pescado está vendido (o porque cuando se echan novia desaparecen de tu vida) o coger el juguete vibrador hasta romperlo.
Estoy soltera pero no soy una recolectora de ITS y no me acuesto con una diferente a la semana. Y ellas piensan que si lo estás es por algo. Y más prejuicios… Es más, cuando dejo patente mi soltería me dicen de todo porque la única manera de obtener valoración es tener una relación formal para escapar de la soledad.
En fin, lamento el desahogo. Yo siempre soy sincera cuando conozco a alguien para algo, por elección, porque quiero tener la conciencia tranquila: «no quiero una relación afectivo sexual contigo para toda la vida». Quiero disfrutar del sexo con otra persona y cuando se agote el deseo, ya se verá. Y esto no pasa casi nunca…
Pues eso…
Patri
Posted at 16:23h, 19 agostoA mí me encantaría ligar de vez en cuando con alguna chica, en plan pasarlo bien de vez en cuando y sin pretensiones (no quiero pareja porque no me apetece en este momento construir una relación), y el hecho de no ser heteronormativa en una ciudad pequeña no ayuda mucho. Y eso de usar redes sociales para ligar… No lo veo pero, por desgracia, es el último método que nos queda.
Es como la compañera que ha comentado arriba: todo es por criterios estéticos. Yo no tengo problema en coquetear, de buen rollo y con respeto siempre, con chicas masculinas o femeninas (en mi generación sólo existe esta clasificación), pero precisamente las mujeres de mi rango de edad (cuarenta) sólo quieren femeninas por miedo al qué dirán (vivo en una ciudad pequeña, repito). Es terrible.
A veces me siento sola y me apetece sentirme deseada, alguna caricia o beso.
Quererse mucho a sí misma es genial, pero que te hagan sentir bien con afecto físico es maravilloso. Pero no tengo derecho por no ser «mujer», por no cumplir con los estereotipos. Y eso no puede hundirme la autoestima: soy igual de válida que todas, y si no saben apreciar mi belleza, no es mi problema.
No se paran a conocerme y al segundo me descartan por no ser amante de las faldas y el maquillaje. Y, cómo yo, hay muchas lesbianas butch, de cualquier tipo, que nos encontramos un poco desubicadas. Y ni quiero imaginar el follón que supone para las trans. He conocido chicas trans que son un encanto y las han tratado cómo a mierda. Qué son mujeres, coño. No monstruos de feria…
Me hacen sentir a veces menos mujer y no puedo consentirlo, lo siento. Tampoco uso aplicaciones para ligar porque son una vergüenza de lesbofobia, bifobia, clasismo, «discreción», transfobia, etc. Y mira, con prejuicios no se puede ir por la vida. Los gustos son una construcción social y contra eso no se puede luchar, a no ser que vayas a terapia y rompas tus esquemas mentales.
Estoy tan cansada que, de verdad, cuando de manera ocasional me proponen reunirme con chicas, lo descarto, y la razón es evidente: si no eres femenina tú eres invisible. Y regresas de la fiesta con una sensación amarga y horrible porque ni te miran. En una ciudad grande es diferente, se te acercan y valoran, pero aquí… Pues no.
Esto no tiene remedio y vamos a estar solas siempre. Ni red de cuidados ni nada. Aquí la gente va a lo suyo. Y que no te señalen por lesbiana en la calle.